Médicos y enfermeros tomaron parte en encierros de 24 horas en catorce hospitales en protesta contra el plan de ajuste del Gobierno andaluz
MANUEL MIRÓ
Los recortes planteados por la Junta de Andalucía en su plan de reequilibrio económico ya han puesto en pie de guerra a la sanidad andaluza, pues la salud era una de las «líneas rojas», junto a los servicios sociales y la educación, que el Gobierno de José Antonio Griñán se comprometió a no traspasar a la hora de reducir el gasto público para cuadrar el déficit. Al malestar, las declaraciones y movilizaciones realizadas por el estamento sanitario en los últimos días se sumó ayer el encierro de veinticuatro horas convocado por tres centrales sindicales en catorce hospitales de la comunidad, en protesta por esos recortes que hoy tiene previsto aprobar definitivamente el Consejo de Gobierno de la Junta como decreto Ley.
El secretario general de Satse-Andalucía, Francisco Muñoz, manifestó ayer que esta nueva protesta la han planteado su sindicato, Faspi y USAE «a modo de vigilia y llamada de atención al Gobierno por la merma irreversible que supondrá a la sanidad pública» por el decreto, cuya negociación con los agentes sociales, tras el fracaso de la mesa de negociación, no dudó en calificar de «pantomima».
Estos encierros, en los que participaron profesionales médicos, enfermeros, auxiliares de enfermería y técnicos, se produjeron ayer en los hospitales de Torrecárdenas y de Huércal-Overa, en Almería; Puerta del Mar, Jerez y Punta de Europa, en Cádiz; Reina Sofía en Córdoba; el Virgen de las Nieves, San Cecilio y Motril, en Granada; Juan Ramón Jiménez en Huelva; Ciudad de Jaén; Carlos Haya y Virgen de la Victoria, en Málaga; y Virgen del Rocío, en Sevilla.
El origen de la protesta está en la bajada de sueldo a los profesionales sanitarios en un 5% de media y que alcanza el 15% para el personal interino. Esto supone para los médicos una rebaja salarial que puede llegar, según señaló el sindicato CSIF, a los 7.200 euros al año en el caso de los médicos, los 3.200 para los enfermeros de atención primaria, los 950 euros para un auxiliar de enfermería y de 750 euros para un celador. Estas reducciones salariales han llenado de indignación a los sindicatos médicos y de enfermería, por cuanto, señalan desde Satse, muestran la «incapacidad manifiesta de los partidos que forman parte del Gobierno andaluz para adoptar decisiones que dañen a su estructura de poder y clientelar». En ese sentido, desde este sindicato recuerdan que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) promovió en cuatro años 528 cargos directivos e intermedios, según se recogen en las memorias de este organismo.
Desde el Sindicato Médico de Granada, su presidente Francisco Cantalejo, advirtió que esos recortes van a tener un claro efecto en la prestación asistencial, por cuanto «ya no se están cubriendo jubilaciones, ni la gran mayoría de bajas maternales ni sustituciones por enfermedad». En ese sentido, hay que recordar que médicos del Hospital Infantil del Virgen del Rocíoavisaron por carta a los padres de los niños ingresados del efecto de estos recortes, entre los que señalaban la suspensión de consultas.
Los sueldos de los profesionales sanitarios, sin embargo, no son el único objetivo del Gobierno andaluz a la hora de recortar. Buen ejemplo de ello es el plan de verano del SAS, presentado hace unos días, y que establece que durante los meses estivales cerrarán por la tarde el 45% de los centros de atención primaria y puntos de urgencia. En 2011 el cierre por la tarde afectó al 32%. Además, en las zonas de costa se reforzará con menos profesionales, ya que la Consejería de Salud tiene previsto reforzar 45 centros de atención primaria con 198 profesionales más, frente a los 206 con los que dotó a 48 centros costeros el año anterior.
Administración paralela
A este recorte hay que sumarle también la congelación de obras para la construcción de nuevos centros hospitalarios. La consejera de Salud, María Jesús Montero, -que ayer se reunió con los sindicatos en la mesa sectorial- reconoció días atrás que solo continuarían este año, pero a un ritmo más lento, las obras en varios centros, mientras que las del resto, una veintena, se pospondrían.
Ante esta situación, el Consejo Andaluz de Colegios de Médicos ha alertado sobre el deterioro de la sanidad y reclamaban que antes de realizar los recortes sobre un colectivo «fundamental para el mantenimiento del Estado del bienestar», se «acometieran reformas en las administraciones, instituciones y otros organismos». Más directo fue el Sindicato Médico al señalar como blanco del ajuste a la «administración paralela» de la Junta.
En ese sentido, la portavoz de Salud del PP-A en el Parlamento, Ana María Corredera, lamentó que los profesionales sufran un recorte de sueldo, cuando hay en la sanidad andaluza hay 4.200 cargos de libre designación. «La Consejería de Salud ha optado por la vía más fácil que es recortar los sueldos, lo que reducirá la calidad de la asistencia y todo por no hacer reformas para ahorrar y no recortar».
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